sábado, 15 de octubre de 2011

Educación de Adultos: creen que los compañeros son tontos

La discusión de la necesaria transformación de la Educación de Adultos merece seriedad y compromiso con los adultos que por diversas razones no pudieron acceder al pleno derecho a la educación en el momento que les hubiera correspondido.

Todo lo contrario expresa el comunicado difundido ayer por la secretaria gremial del SUTEBA de Quilmes.

Resulta que, según dicho comunicado, la próxima jornada para seguir discutiendo cómo terminar con los resabios de la ley federal en esta modalidad  (jornada que fue anunciada a todos los directivos hace quince días como producto de la exigencia del SUTEBA a nivel provincial), así como el pleno derecho social a la educación de los adultos y el respeto a las condiciones  laborales de los docentes no será producto de la fuerza de todos, sino de un grupo "autoconvocado" y algunas agrupaciones del sindicato que se "movilizaron" en el día de ayer.

No es la primera vez que sectores tan "revolucionarios" de palabra, terminan en estas posiciones reaccionarias que pretenden desmerecer todo lo que se logra desde la fuerza organizada del conjunto, poniendo por delante a los que se cortan solos. 

Estos grupos en el lapso de dos meses pasaron de anunciar catastróficamente la "destrucción de la educación de adultos", plantear "no inovar"y llamar a atrincherarse para resistir, a decir que "son necesarias Jornadas Institucionales de debate desde donde surjan  aportes de todos los actores involucrados", induciendo más expectativas en la palabra de los funcionarios que en la de sus propios compañeros del sindicato. 

Los compañeros trabajadores de la educación no somos tontos. La mayoría va calando el oportunismo de quienes agitan espantajos para tratar de sacar ventaja del temor que siembran y luego pretenden arrogarse el balance de lo que estaba asegurado por logros anteriores. Logros que ellos ocultaron, como el acuerdo paritario que garantiza los derechos laborales de titulares, provisionales y suplentes frente a cualquier reforma, conquistado por el Frente Gremial Docente.


También ocultan que toda reforma curricular debe pasar por el Consejo General de Educación y que, producto de la lucha y luego de muchos años de designación a dedo, el Frente Gremial tiene cuatro representantes elegidos por el voto directo de los trabajadores de la educación de la Provincia, compañeros que por supuesto ellos no votaron. Ese también es un reaseguro para el caso que el gobierno quiera introducir alguna modificación perjudicial a lo que surja del consenso mayoritario.


Claro que todo se consigue con la lucha, pero con la lucha del conjunto, no con los arrebatos de los "iluminados", que terminan cocinándose en su propia salsa.

Igualmente estamos satisfechos de haber ido dando públicamente este debate y acompañando el proceso de comprensión de la "política" de estos grupos, porque muchas veces ante el desconocimiento, confunden y son obstáculo para la verdadera pelea y toma de conciencia, para que la superación de la nefasta ley federal se haga obligando al gobierno a invertir todo el presupuesto necesario para asegurar la educación que nuestro pueblo merece.

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