TRABAJADORES EXIGEN UNA DESINFECCION PROFUNDA
Fuente Diario Popular de hoy
Una invasión de ratas, hormigas y cucarachas desencadenó la suspensión del comedor de la Escuela 69, de Ezpeleta, donde los trabajadores acordaron realizar un paro de actividades para reclamar una “desinfección profunda” y, además, que se realicen obras de infraestructura, ya que -según describieron- “el edificio se cae a pedazos y hay que demolerlo”.
La decisión fue tomada por las auxiliares del propio comedor y fue apoyada por el cuerpo directivo de la institución, así como también por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA).
“Resolvieron no cocinar durante el próximo lunes y martes por la gran cantidad de ratas e insectos que había en el sector. Las ratas salían de los hornos y los armario, había excremento de los roedores por todos los rincones y en los utensilios”, describió Alejandro Abdala, secretario de Acción Política de ATE.
Asimismo, el representante sindical relató que “había una bolsa de cebollas mordidas que fue tirada a la basura” y, al mismo tiempo, reveló que “una de las trabajadoras sufrió una erupción en la piel” y estudian si podría tratarse de una reacción por contacto con materia fecal de ratas.
El reclamo del personal auxiliar llegó hasta el Consejo Escolar de Quilmes, donde entregaron una nota con el reclamo por las plagas y, también, por las deficiencias edilicias. Rápidamente, las autoridades educativas enviaron una cuadrilla que colocó cebos y trampas en toda la zona de la cocina. Esta situación no conformó al personal de la escuela y de los sindicatos, quienes afirmaron que “el problema de las ratas y las cucarachas se resuelve con una desinfección a fondo”.
Piden obras
Desde el SUTEBA se realizó un relevamiento del edificio de la Escuela Primaria 69, sita en Larrea 3922, que comparte edificio con la Secundaria Básica 68, del barrio Nueva Villa Argentina. Walter Ormazábal, secretario de ese gremio docente, dio detalles de la preocupante situación relevada: “Los problemas son muy serios, lo que más impacta es el estado de la cocina, con un techo totalmente deteriorado que no resiste una lluvia sin provocar una inundación, con un cielo raso destruido que obliga a cocinar con las ollas tapadas para que no caigan desprendimientos en los alimentos y mobiliario deshecho por la humedad”.
Por otra parte, la escuela cuenta desde el año pasado con dieciséis computadoras que no pudieron instalarse por falta de mobiliario
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