MARÍA LUISA, la partera del Hospital de Quilmes. Una historia de SOLIDARIDAD
María Luisa Martínez, nacida en Coronel Pringles el 5 de julio de 1926, se radicó en Quilmes a partir de 1945. Casada con Ramón González y madre de una hija, estudió Obstetricia en La Plata, y posteriormente ingresó como partera en el Hospital de Quilmes, donde contribuyó a la organización del personal para conformar la primera Comisión Interna del mismo y se desempeñó también como Secretaria de Obra Social en ATSA Seccional Quilmes.
En julio de 1975 presenció la detención ilegal de su hija y de su yerno, junto con otros militantes, por lo cual emprendió gestiones para lograr su legalización, y desde entonces colaboró con los familiares de Presos Políticos.
El 7 de abril de 1977 fue secuestrada por un grupo de militares en su casa de Quilmes, en presencia de su esposo y sus nietos. Pese a los hábeas corpus presentados, permaneció desaparecida desde entonces. El motivo de su secuestro fue haber dado aviso a la familia Isabella Valenzi de que su hija Silvia Mabel había dado a luz a una niña en el Hospital de Quilmes el 1º de abril.
Llevada allí por el siniestro médico policial J.A. Bergéz desde el Pozo de Quilmes, Silvia dio su nombre y la dirección de su familia. María Luisa no había atendido ese parto, ni estaba en el hospital, pero de alguna manera supo lo ocurrido y actuó con la solidaridad, el coraje y la determinación con que había actuado siempre. Tomando todas las precauciones posibles, pues era conciente de los riesgos, hizo llegar una carta a la mamá de Silvia con la colaboración de su consuegra, Emma Salas de Ciavaglia (Nota: esa carta fue escrita y enviada desde la casa en que hoy funciona el SUTEBA de Quilmes)..
Cuando la Sra. Isabella Valenzi concurrió al Hospital para reclamar por su hija y por su nieta, la acompañó la enfermera Generosa Fratassi, a la cual secuestraron también en la puerta misma del Hospital pocos días después, el 14 de abril.
Sólo a partir de 1983, pudo reconstruirse la historia: María Luisa y Generosa fueron vistas en el centro clandestino el Vesubio por varios sobrevivientes, y en virtud del informe proporcionado por el Equipo Argentino de Antropología Forense y constatado por el Poder Judicial en agosto de 2010, sabemos con total certeza que ambas fueron asesinadas a balazos el 28 de abril de 1977 y llevadas como NN al cementerio de Lomas de Zamora, junto con otras tres personas.
María Luisa y Generosa ya no están desaparecidas. Ahora sabemos la Verdad.
El Juicio a los militares y penitenciarios del Vesubio es un hito más en el camino de la Justicia.
Queda ahora por transitar el camino de la Memoria: los restos de María Luisa descansarán en Quilmes, en un sitio donde todos sepamos que allí podemos recordar a los que dieron su vida por valores inherentes a la condición humana que, más allá y por encima de derrotas circunstanciales, son los que siempre han de perdurar.
El 11 de diciembre, a las 12 hs, en el Cementerio de Quilmes, podremos proclamar ¡MARÍA LUISA PRESENTE! ¡AHORA Y SIEMPRE!
Su hija, María Leonor González, y sus nietos Lisandro, Francisco y José.
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