La Seccional Quilmes del SUTEBA ha entrado en una situación crítica.
La transformación del “Congreso Pedagógico”, que alguna vez fue de
TODOS, en una suerte de congreso partidario de Proyecto Sur y el FAP,
armando tribuna con Pino Solanas, Margarita Stobizer, Jorge Cardelli y
Vilma Ripoll, entre otros, superó todos los límites y desplazó el eje de
lo educativo.
En ese contexto, si bien varios compañeros ajenos a
esta práctica han planteado la realización de talleres interesantes
durante la tarde, creemos que ha llegado la hora de dar el debate a
fondo sobre esta clara violación a la autonomía de nuestra organización
por parte de la Azul y Blanca y Alternativa docente, dos de las cuatro
agrupaciones que conducen el SUTEBA de Quilmes.
Nos proponemos
reconectar al SUTEBA de Quilmes con los principios y valores que le
dieron origen: pluralismo, democracia interna e independencia del
gobierno y de los partidos políticos. No renegamos de la política ni
censuramos a aquellos que de buena fe abrazan una expresión partidaria y
se comprometen con ella, sobre todo si se trata de las fuerzas que
trabajan en pos de reconquistar y ampliar los derechos populares. Sin
embargo este no es el caso de las posturas de los dirigentes de estos
mismos grupos partidarios, que los llevaron a apoyar a la Sociedad Rural
u oponerse a la estatización de las AFJP, como si los bancos fueran
mejor garantía de los aportes de los trabajadores que el estado.Así, traspasan cualquier límite en pos de un proyecto personal o de
cúpula, pues se creen elegidos para decidir en cada coyuntura quien
tiene la “Verdad” (ellos) y quienes son los “atrasados” a los que hay
que llevar de las narices o, en caso de que alguno les oponga
resistencia, convertirlo en “enemigo” al que hay que destruir, apelando a
recursos que no corresponden a la relación entre compañeros.
Sabemos que apelarán a lo de siempre, prebendas, licencias gremiales
(115.b.3), la logística de sus partidos políticos, etc., para seguir con
la campaña de calumnias y desinformación y que pondrán ese aparato, al
servicio del mantenimiento del status quo.
Una cosa es la
participación partidaria desde la esfera de las decisiones personales y
otra comprometer la organización que todos integramos, la que debe ser
preservada para que prevalezcan aquellas cuestiones que tenemos en común
y que hacen a nuestras dos razones de ser como organización gremial: la
defensa de nuestros derechos como trabajadores y la de la Educación
Pública.
Tampoco confundimos la necesaria autonomía de nuestra
organización gremial con una imposible neutralidad, abogamos por un
sindicalismo comprometido y que dé la pelea por llevar estas ideas a la
agenda política de nuestra sociedad y que participe activamente en la
lucha que libra nuestro pueblo por avanzar en una mayor justicia social,
por la profundización de la democracia y por afianzar la soberanía
nacional y los lazos de hermandad con Latinoamérica y con todos los
pueblos del mundo. Esa es también la historia del SUTEBA, que siempre se
involucró en la lucha por los derechos humanos, en las batallas contra
el autoritarismo y el neoliberalismo y que siempre lo hizo con una
vocación nacional e internacional, lo que nos llevó a ingresar a la CTA,
a impulsar el crecimiento y fortalecimiento de la CTERA, y a confluir
con quienes en nuestra Patria y en otras partes del planeta tienen
sueños parecidos a los nuestros y luchan por hacerlos realidad.
Pero
creemos que no se pueden dar estos debates si simultáneamente no
garantizamos esos mismos valores al interior de nuestra Seccional. Y es
eso lo que hoy está en riesgo.
Cuando una cúpula que tiene una
visión sectaria y maniquea de la realidad se cree autorizada a pensar y a
decidir por el colectivo -por más que mantenga cierta formalidad
democrática-, cuando se pretende aniquilar el debate denostando a
quienes tienen opiniones diferentes, calificándolos de oficialistas o de
traidores, cuando se recurre al doble estándar, uno cuando se está en
la conducción y otro cuando se es opositor, cuando se utiliza el vínculo
con los funcionarios para reforzar el propio poder interno, cuando se
dejan de decir las cosas que hay que decir para no deteriorar la
relación con esos funcionarios, cuando se cae en aplicar internamente la
lógica de amigo-enemigo, favoreciendo con prebendas a los dóciles,
cuando se pretende reemplazar el consenso con la disciplina y la
obediencia, cuando todo esto pasa, en definitiva, se empieza a
burocratizarse y corromperse.
Hemos sido parte de la construcción
de este sindicato, muchos de nosotros desde sus orígenes. No estamos
dispuestos a regalárselo a quienes hoy se creen sus dueños. Estamos
convencidos de la justicia y de la necesidad de dar esta discusión, y
convocamos a ella a todos los militantes, delegados y a todas y todos
los afiliados del distrito. Los convocamos a indignarse a comprometerse,
a no bajar los brazos, para seguir trabajando para que el SUTEBA de
Quilmes vuelva a ser el sindicato que todos soñamos y alguna vez
tuvimos.
Movimiento SUTEBA Unido de Quilmes (Agrupaciones Granate - Violeta - Leopoldo Marechal)
No hay comentarios:
Publicar un comentario