A 30 años de la guerra de Malvinas reivindicamos la soberanía Argentina sobre las islas y nuestro patrimonio territorial y natural. Reivindicamos el heroísmo de nuestros soldados y, en particular, de los que dejaron la vida en el campo de batalla.
Repudiamos al colonialismo imperialista inglés y al imperialismo yanqui que lo apoyó.
Repudiamos a la dictadura argentina, en ese momento encabezada por Galtieri, que pretendió usar una justa causa nacional para tratar de impedir la debacle en la que la había puesto la lucha popular, a costa de generar una herida que no cicatrizará nunca. No olvidamos, no perdonamos.
Hoy, como siempre, decimos ¡Fuera Ingleses de Malvinas fuera yanquis de América Latina!, pero ahora con la fuerza de una Latinoamérica unida, por la voluntad de los Pueblos y la mayoría de sus Gobiernos.
Es muchísimo lo que hemos logrado como Pueblo Argentino. Reivindicamos el Juicio y castigo a los responsables civiles y militares del genocidio de la dictadura militar, que no sólo fracasaron en su intento de perpetuarse en el poder sino que hoy están condenados, presos o en el banquillo de los acusados. Otros, sin embargo, siguen eludiendo la justicia. Para que no haya ni uno impune seguiremos luchando hasta que llegar a fondo con la justicia y para que purguen sus crímenes en cárceles comunes.
Tampoco olvidamos el papel de las empresas monopólicas y los grandes terratenientes, que también fueron la dictadura, y aún siguen expoliando a nuestro Pueblo. Por más que se barnicen de empresas "a las que les interesa el país", como decían los auspicios de los nefastos Bernardo Neustadt y Mariano Grondona en su programa de televisión, fueron y son la causa de los males que padecemos.
Las Malvinas son y serán argentinas y, más temprano que tarde, nuestro territorio dejará de estar ocupado por el anacrónico colonialismo inglés, y las garras imperialistas serán arrancadas por la liberación de los Pueblos Latinoamericanos.
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