martes, 7 de mayo de 2013

Carta Abierta a los Afiliados del SUTEBA de Quilmes. Por Walter Ormazábal


Las elecciones del SUTEBA del 22 de mayo tendrán en Quilmes un escenario inédito. Será la primera vez en 25 años que dirigentes que formamos parte del primer Consejo Ejecutivo Seccional, surgido de las elecciones de septiembre de 1988 con la Lista “Celeste y Blanca” como se denominó entonces, iremos en dos listas diferentes. Por un lado la Lista Granate-Celeste-Violeta que me postula como Secretario General y por otro la Azul y Blanca-Lila-Bordó-Marrón-Rosa-Indigo-Gris-Fucsia que encabeza Lidia Braceras.
En aquel momento dos pilares sostuvieron la construcción en Quilmes: la necesaria organización de los docentes en un Sindicato Unificado Provincial y la consolidación de la organización nacional de los Trabajadores de la Educación en CTERA.
Lamentablemente, luego de un prolongado período de diferenciaciones políticas en temas cruciales, que pusieron en debate esos dos pilares, se fueron delineando proyectos político-gremiales  y modelos sindicales que hoy se han vuelto nítidamente opuestos.
Cuando esto ocurre, la democracia sindical hace que los afiliados de la organización deban decidir cuál es el que representa a la mayoría.

"Si fuéramos capaces de unirnos, qué hermoso y que cercano seria el futuro" Che

En el año 1993, diversos desacuerdos con la conducción provincial y nacional nos llevaron a una ruptura con la Agrupación Celeste. Nacía la Lista Azul y Blanca. Durante diez años fuimos oposición en SUTEBA y CTERA. Luego de la debacle del 2001 a la que nos condujeron el menemismo y el gobierno de la alianza, la unidad del SUTEBA estuvo en riesgo frente a los embates del gobierno. No dudamos en cerrar filas para defender nuestro sindicato. En el Campamento Educativo, que sostuvimos frente a la Dirección General de Escuelas, surgió un nuevo tiempo de Unidad.
Desde el año 2003 con la Lista Celeste-Azul y Blanca se produjo un momento de gran avance, la unidad interna en el SUTEBA favoreció la indispensable unidad en el Frente Gremial Docente Bonaerense con la FEB, UDA, AMET y SADOP. Nosotros reivindicamos ese proceso.
En el 2007 comenzó una creciente intromisión de lo partidario en las filas de la Azul y Blanca, que fueron complicando el proceso de unidad.
Vivíamos momentos de ampliación de derechos producto de la lucha. La pelea por una Ley de Financiamiento Educativo, cambiaba el piso presupuestario y alumbraba la Paritaria Nacional, la derogación de la nefasta ley federal de educación daba un marco para una nueva ley Nacional, donde la Educación no podría ser considerada una mercancía. Al mismo tiempo, la Paritaria Provincial permitió el avance en conquistas como las licencias por enfermedades crónicas, la estabilidad, e impidió al gobierno modificar unilateralmente nuestros derechos. No sin obstáculos por parte de la conducción de la Azul y Blanca, nosotros sostuvimos esa lucha.
Luego vinieron las actitudes francamente rupturistas como los paros distritales, contradictorios con el pilar de la unidad provincial. En el 2008 el descuento de las licencias gremiales (art. 115.b.3), producto de su utilización irresponsable por parte de un grupo de miembros de la conducción de la seccional, golpeó fuerte en el distrito y debió intervenir el SUTEBA Central para revertir la situación. En ese momento estuvimos francamente en contra de esas prácticas clientelares y debatimos que el centro de nuestra construcción estaba en la presencia en las escuelas. 

"Si te felicita la Sociedad Rural es porque te pasaste de bando" Germán Abdala

Luego, la inconsulta actitud de la conducción de la Azul y Blanca convocando junto a la Sociedad Rural a oponerse a la estatización de las AFJP, nos obligó a la primera declaración pública en contra del camino que estaban tomando.  Éramos responsables de la Secretaría de Jubilaciones del SUTEBA Provincial, esta decisión en favor de los bancos era totalmente antagónica con el sistema solidario, estatal y de reparto que siempre habíamos sostenido.
Finalmente, ese año, en una actitud sectaria sin precedentes, fuimos duramente criticados por convocar, junto a la CTA y el Movimiento de los Chicos del Pueblo, a la multitudinaria marcha que culminó en la Plaza de Mayo.
Ya alejados de la Azul y Blanca, un conjunto de compañeros decidimos conformar la Agrupación Granate, reivindicando la historia pero, al mismo tiempo, despegando claramente de estas prácticas que se hacían una constante.
Aun así, y tratando que esta ruptura entre dirigentes no se trasladara a las escuelas, en el 2009 conformamos un frente con la Azul y Blanca, la Granate, la Violeta y Alternativa Docente.
Sin embargo, la Azul y Blanca y Alternativa Docente aprovecharon la ruptura de la CTA en el 2010, para profundizar su política divisionista intentando armar una “federación” docente paralela a la CTERA, hecho que se llevaba por delante el otro pilar básico de nuestra seccional. Así, volvieron las acciones aisladas en un marco de alianzas impensado un tiempo antes como el seguidismo a la CGT de Moyano, el Momo Venegas, Miguel Díaz y lo peor del sindicalismo.
Hicimos el intento de construir una apertura del SUTEBA de Quilmes a nuevas propuestas y nuevas miradas en lo político y lo sindical. Pero la fuerte influencia de las directivas partidarias hizo imposible la participación de las nuevas agrupaciones en las decisiones del sindicato, y comprobamos que, una vez más, la seccional se convertía en base de operaciones de una fuerza política que se disponía a arrastrar a los compañeros de Quilmes hacia alianzas muy diferentes a las que construía nuestro sindicato a nivel provincial, dividiendo las acciones del conjunto.
Sin embargo, nuestra participación mostró otra “campana” en las reuniones de delegados y asambleas, permitiendo mostrar que el Consejo Ejecutivo Seccional no era homogéneo, y el afiliado tuvo acceso a otras miradas, Esta situación creó las condiciones que hoy tenemos para unificar las acciones junto al resto de las Seccionales de la provincia y el Frente gremial.

“Hay que saber unir a los diferentes para enfrentar a los antagónicos” Paulo Freire

Todos nos podemos equivocar, pero es de necios persistir en el error en nombre de una pretendida coherencia.
L@s Afiliad@s de Quilmes son testigos del esfuerzo que hemos realizado en los últimos dos años  para llegar a consensos y, junto a las Agrupaciones con las que hoy conformamos la Lista de Unidad Granate-Celeste-Violeta, evitar la fractura en el marco provincial y nacional impulsada por la Azul y Blanca y otras fuerzas. Por revertir la intromisión y la sobrevaloración partidaria que los lleva una política sectaria y al vaciamiento del sindicato.  El aislamiento de Quilmes de las luchas provinciales, enmarcadas en el SUTEBA y el Frente Gremial Docente. El alejamiento de los compañeros y sus reclamos concretos. La ausencia del sindicato en lugares y momentos estrechamente ligados a los intereses de los compañeros, como los actos públicos, los concursos, etc. La política de alianzas, a espaldas de los afiliados, con personajes nefastos. El vaciamiento del Cuerpo de delegados y las asambleas (deciden unos pocos para imponer su política y cuando aumenta la participación pierden), la falta de difusión de las políticas provinciales del SUTEBA, que margina a los compañeros de Quilmes en materia de salud,  derechos humanos, logros gremiales, vivienda, etc.
La propia lista que armaron para enfrentarnos, pintada con una interminable paleta de colores que corresponden a otras tantas expresiones partidarias ajenas a la representación real de los afiliados, es la demostración de que deciden en los partidos políticos, ya que no los unifica una política gremial sino un acuerdo partidario. Las conducciones con esas caracteristicas inevitablemente fracasan a la hora de "conducir". Una vez que ganan se profundizan sus diferencias y la interna que debilita al sindicato como ocurrió con e FURA en Neuquén este año.
Entendemos que la fuerza está en la Unidad, y que una vez que dimos el debate interno necesario, debemos salir todos con la misma medida de acción, que la histórica división en el SUTEBA de Quilmes, solo lleva al desgaste y el debilitamiento de la organización sindical, confundiendo al afiliado que no sabe cuál es la medida a realizar. Lamentamos que hayan perdido el rumbo y debiliten la construcción DE TODOS en función de lo que deciden unos pocos en sus partidos, dilapidando una construcción histórica que no les pertenece, porque pertenece a los docentes de Quilmes.
Compañeras y Compañeros, nos conocemos hace mucho, nosotros no declamamos la autonomía respecto del gobierno y los partidos políticos, NOSOTROS LA PRACTICAMOS. Demostremos que, en Unidad, en Quilmes un SUTEBA únicamente comprometido con los intereses de los docentes y la Educación Pública es posible.

Walter Ormazábal
Sec. General
Lista Granate-Celeste

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