Todos estamos consternados por lo que pasó en el pseudo jardín maternal "Tribilín" (ya el nombre debería llamar la atención). Sin dudas hay inescrupulosos capaces de montar estos "quiosquitos" porque les resulta lucrativo. Hay laburantes que son explotados, por necesidad, en esos boliches y también mala gente capaz de aberraciones, como las que nos sacudieron en este caso. Pero es el ESTADO el responsable de que esto no ocurra. No debemos exculpar a quienes llegan a estos límites para lucrar o beneficiarse del lucro de estas actividades. Pero Gustavo Posse, Intendente de San Isidro, no puede eludir su responsabilidad cuando esta actividad ILICITA se desarrolla a la vista de todos, por tanto tiempo, en su distrito.
Tampoco la Dirección General de Cultura y Educación encabezada por Nora De Lucía puede declararse fuera de responsabilidad por estas actividades pseudo educativas. Esto debe servir para sacar de la invisibilidad la falta de servicios estatales para atender la necesidad educativa desde los 45 días y la necesidad inexcusable de supervisión estatal de las actividades educativas "privadas" en todas sus expresiones.
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