Resultan llamativas las contradicciones del Consejero de "cambiemos" en sus declaraciones al periodista Pedro Navarro de Quilmes a Diario.
Por un lado afirma que "estamos trabajando muy duro" hace un mes, para poder llegar al 29 de febrero "en óptimas condiciones", acto seguido dice "no tenemos presupuesto, estamos atados de pies y manos".
Ante la pregunta de Navarro sobre si algo se puede hacer dice "no podemos hacer nada, no tenemos presupuesto". Entonces no se entiende cómo van a llegar en óptimas condiciones en algo más de un mes que resta para el inicio de clases.
Después afirma que trabajan con empresas que han estado antes de la última gestión (es decir hace más de ocho años) para que realicen el esfuerzo de hacer algo "obviamente muy poco". Se entre lee que sin presupuesto lo harán "al fiado". Se ve que son empresarios caritativos o muy confiados, o que de esta forma acceden sin licitaciones, ni concursos de precios, a las obras, sabiendo que después van a cobrar.
Luego dice "yo pienso que hay escuelas donde no se pueden empezar las clases" ¿no era que iban a llegar en óptimas condiciones?.
Por otra parte la escencia de su planteo es "la pesada herencia", eje en el que tristemente lo acompaña la conducción del SUTEBA local, y en decir que dependen de provincia, cuando ésto es sólo una parte de la verdad. Deliberadamente, o por ignorancia, omite los fondos nacionales correspondientes a la Ley de Financiamiento que el municipio recibe directamente, y que ya deberían estar ejecutando si verdaderamente quisieran llegar en mejores condiciones al inicio de clases.
Si los dirigentes del SUTEBA de Quilmes fueran opositores como siempre se autoproclaman, ya tendrían que estar movilizados y no de vacaciones. La realidad es que trabajaron para que estos, sus amigos, comenzando por Ariel Domene, Secretario de Cultura, Educación y Turismo, y que debe ser responsable del fondo antes mencionado, sean gobierno en Quilmes.
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